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Las fortalezas y debilidades de la construcción sismorresistente en Chile

Si bien el país cuenta con normas que permiten confiar en que las estructuras serán capaces de resistir eventos, que en otras partes del mundo dejarían un alto porcentaje de las construcciones derrumbadas, se requiere una mayor inversión en la recolección y el estudio de los datos que este tipo de eventos entrega.

Sismoresistente

05/06/2017

Chile es un país que está localizado en el borde de un continente que se mueve y levanta sobre la conocida placa tectónica de Nazca con una velocidad aproximada de 6 centímetros por año. Este movimiento y el roce entre las dos superficies de contacto (que poseen rugosidades), generan la acumulación de energía que es liberada, a través de una fractura o rompimiento de placa, produciendo los sismos que estamos acostumbrados a experimentar. Por otro lado, los casi 4.000 km de costa que tenemos nos exponen casi al 50% de la longitud de contacto entre estas placas, lo que nos hace tener el récord de casi el 60% de energía liberada por terremotos a nivel mundial.Y es esta sobreexposición, a juicio de Eduardo Contreras Darvas, ingeniero civil y director del Instituto de la Construcción, la que nos ha obligado a transformarnos en expertos sismorresistentes. "El diseño de las estructuras ha considerado desde hace mucho tiempo esta condición y hoy podemos decir que contamos con normas que nos permiten confiar en que las estructuras serán capaces de resistir eventos, que en otras partes del mundo dejarían un alto porcentaje de las construcciones derrumbadas". Al respeto, destaca que en el Instituto de la Construcción desde antes del terremoto de 2010 y más intensivamente a partir de ese año, diversos especialistas han trabajado en la actualización de la normativa, como en los Decretos Supremos 60 y 61 y en las 7 NTM Minvu, solamente por mencionar algunas. "Esto se ha logrado gracias al trabajo de recolección de antecedentes e información que dejan los movimientos fuertes y que han sido recogidos por diferentes organismos que permiten el estudio de modificaciones normativas que consideran las lecciones que nos entrega cada terremoto y, de esta forma, pueden ser aplicadas para diseñar estructuras sismorresistentes". Sin embargo, advierte que el que puedan ser denominadas sismorresistentes, no significa que no sufran daños ante eventos de gran intensidad, ya que lo que se busca es preservar la vida de sus ocupantes, "por lo que al igual que en los vehículos ante una colisión, se espera que los pasajeros no mueran y que puedan ser rescatados con el menor daño posible". A su juicio, esta es la principal fortaleza del diseño sismorresistente chileno: las estructuras sufren daño, pero la integridad de las personas prevalece. "Se ha logrado con el trabajo de muchos profesionales, que de forma voluntaria participan en las adecuaciones normativas en base a la información recolectada en cada evento fuerte por el que pasamos".
Debilidades
Pero, para ello, subraya el director Instituto de la Construcción, nuestro país debe entender que es necesaria una mayor inversión en la recolección y el estudio de los datos que este tipo de eventos entregan. "El terremoto del 27 de febrero de 2010, pese a que tuvo un área de influencia de casi 600 km de largo, solo pudo ser captado por 14 acelerógrafos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile y algunos otros de otras universidades; la mayoría de los equipos no se encontraba operativo o presentaba alguna falla que no les permitió registrar este terremoto".Durante los años 2011 al 2013, se instaló a lo largo y ancho del país una red de 297 acelerógrafos, que hoy están siendo administrados por el Centro Sismológico Nacional; "sin embargo, no está claro su financiamiento, las proyecciones y los estudios necesarios para completar la instalación". Y agrega: "Además, es ineludible aumentar la densidad de equipos instalados, si bien 297 equipos es un número alto, si nos comparamos con otros países de similares características sísmicas, pero con bastante menos superficie, nos damos cuenta de que estamos a una gran distancia de ellos. Solo como ejemplo, Japón, con exactamente la mitad de superficie que nuestro país, tiene más de 7.000 equipos destinados al estudio específico de terremotos".Frente a este escenario, sostiene que las autoridades de nuestro país debiesen tener clara la necesidad de invertir en este tema. "Es imperioso instrumentar no solo sitios para captar el comportamiento del suelo, debemos también entender cómo esto es traspasado a las estructuras y cuál es su comportamiento específico durante un terremoto. Esto nos permitirá hacer más sismorresistentes nuestras obras y destinar los recursos a fortalecer los puntos críticos del diseño, resultando finalmente en una optimización de las estructuras y, por lo tanto, un beneficio mucho mayor a la inversión en el estudio que se ha planteado".Esto sí, concluye, no debiese ser solo una responsabilidad de las autoridades, el sector privado también debe internalizar este concepto y se debe insistir en el monitoreo y la recolección de datos en las estructuras que se construyen hoy.

Fuente: http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=365414

Las fortalezas y debilidades de la construcción sismorresistente en Chile
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