Chile: País de Emergencias
Parece que tenemos mucho trabajo por delante todavía, pese a que, sin duda, hemos avanzado como país, principalmente en el tema sísmico.
28/03/2019
Autor:
Nelson Berríos Villagra
Gerente de Prevención de Riesgos
HH Ingeniería
Constructor Civil. Experto en Prevención de Riesgos. Máster en Administración de Empresas
Auditor Normas ISO-9001 y OHSAS 18001
Mail: nberriosv@gmail.com
www.girodeconciencia.blogspot.cl
¿Cómo estamos preparados para enfrentar las Emergencias que inevitablemente se nos vienen como sociedad?, tales como: incendios, explosiones, contaminación química, ataques ciberterroristas, sanitarias, accidentes colectivos, volcánicas, sísmicas, tsunamis, contaminación biológica, medioambientales, corrupción, emergencias migratorias, etc. Parece que tenemos mucho trabajo por delante todavía, pese a que, sin duda, hemos avanzado como país, principalmente en el tema sísmico.
A mi juicio, nuestro principal obstáculo para comprender el tema de Gestión de Riesgos y Emergencias, es cultural y actitudinal…y eso sí que es grave. Si fuera sólo un tema de recursos, leyes y tecnología, sería más rápidamente manejable, pero lamentablemente es un tema de idiosincrasia, no sólo en Chile, sino que en toda Latinoamérica.
Los latinos, en general, somos personas mayormente reactivas, ansiosas, inconstantes, con bastante fuerza emotiva y enfocados hacia afuera. Lo cual nos lleva, usualmente, a dar soluciones rápidas, a corto plazo, para salvar el momento. Soluciones que no tienen la debida profundidad a situaciones que son realmente esenciales y claves para la sana vida en comunidad. En general, nos cuesta aprender a ser preventivos, disciplinados, responsables y planificados, pese a las miles de vidas perdidas, el sufrimiento de comenzar de nuevo, los costos humanos y productivos y los millones de dólares en pérdidas económicas que debemos anualmente enfrentar.
En Chile, algunos medios de comunicación, han farandulizado lo sísmico y volcánico; una especie de "geofarándula", que al menos permite que el tema esté presente en la comunidad y nos mantengamos "sensibles". Pero sin duda, necesitamos educación de verdad en temas de Riesgos y Emergencias, no sólo entretención anecdótica, alarmante, superficial y de titulares.
Por ejemplo, cuando se presenta una emergencia, nosotros ayudamos con ropa, comida y medicamentos, siendo que se sabe, a nivel mundial, que ninguna de estas tres cosas debieran ser regaladas por los particulares en caso de emergencias, ya que las tres pueden ocasionar más perjuicios que beneficios si no están en las correctas condiciones. La ropa debe ser sanitizada, y la comida y los remedios deben tener condiciones especiales de temperatura y almacenamiento, para asegurar su utilidad (sólo supermercados, farmacias u otras organizaciones similares pueden asegurar esto).
Nos preocupamos de la ayuda solidaria como si eso fuera lo único importante. Sin duda hay que ayudar, pero hay que hacerlo oportuna y correctamente, además de investigar las causas de las Emergencias, controlarlas efectivamente y mitigar sus efectos, de manera de no repetir los mismos errores.
Prevenir es nuestra responsabilidad, es nuestro deber mínimo como personas en una sociedad de alto riesgo. No es lo ideal...es lo básico en este nuevo escenario.
Además, nosotros debiéramos invertir en tecnología que nos permita a todos estar conectados en tiempo real, por diferentes medios tecnológicos, pese a la caída de servidores, antenas u otros servicios tradicionales de comunicación. Pero por ahora, ni siquiera tenemos un número único de teléfono para emergencias, como sí lo tienen otros países.
Según la Oficina de las Naciones Unidas UNISDR (Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres) estamos dentro de los 10 países que más gastan en palear los efectos de las emergencias. Sin embargo, los gastos en Prevención son absolutamente precarios.
Según el Banco Mundial, somos el séptimo país con mayor riesgo de desastres naturales y pese a ello, no tenemos una Cultura Preventiva consolidada.
Sin duda se ha avanzado a medida de las desgracias, pero a mi juicio, debiera realizarse verdaderamente una Gestión de Riesgos que llegue a la comunidad e invertir más recursos en prevención, planificación, coordinación y combate ante la Emergencia, tanto a nivel global, como a nivel de las organizaciones. Asegurarse que estos recursos se gasten en lo que se requiere, lleguen a las personas claves y se evalúe su efectividad en la práctica.
Una de las claves en Gestión de Emergencias, es la rapidez con que se actúa ("los primeros minutos son esenciales").
Lo otro que debemos atesorar, es que esta actitud preventiva se debe practicar diariamente, en cada momento y no creer que sólo debe aplicarse para casos catastróficos. Debemos periódicamente capacitarnos y entrenarnos en las técnicas y procedimientos respectivos (requiere un cambio cultural).
Comprender e implementar en la práctica la Gestión de Riesgos y la Gestión de Emergencias es, sin duda, uno de nuestros más importantes desafíos, ya que el territorio chileno es muy largo y variado, plagado de accidentes geográficos, grandes montañas, islas y mar en toda nuestra costa. Además de estar en el Cinturón de Fuego del Pacífico, con más de cien volcanes terrestres y submarinos.
De acuerdo a lo comunicado, en noviembre de 2016, ONEMI, obtuvo la Certificación de la Norma ISO- 22320: Gestión de Riesgos, lo que representa una buena noticia. Esperamos que este ordenamiento en requisitos básicos a nivel internacional, se refleje efectivamente en una mejor gestión.