Accidentes del Trabajo: ¿Por qué hay que prevenirlos?
El Plan de Calidad habitualmente es un documento del Sistema de Calidad de una empresa que se gestiona a través de la filosofía o estrategia de la Calidad.
26/04/2018
Autor:
Nelson Berríos Villagra
Constructor Civil - Gerente de Prevención de Riesgos
Máster en Administración de Empresas
Auditor Normas ISO-9001 y OHSAS 18001
www.girodeconciencia.blogspot.
Mail: nberriosv@gmail.com
En el vertiginoso, irrespetuoso y vulnerable mundo del trabajo en que vivimos, es habitual su ocurrencia y las
estadísticas de siniestralidad de las empresas por rubro en Chile, nos muestran que no sólo su frecuencia es alta,
comparada con los grupos de países asociados a la OCDE, sino que su gravedad es aún más preocupante, pese a que debemos reconocer que estos índices, en la última década, vienen en claro descenso. Para aterrizar en nuestra
realidad y ponderar las estadísticas en su justa medida, debemos aclarar que en nuestro país todavía existen
algunas prácticas indeseables utilizadas para no denunciar los Accidentes del Trabajo (principalmente los Accidentes
menores), de manera de “no exponerse a una alza de cotización” por el Organismo Administrador de la Ley 16744
respectivo (Mutuales), por lo tanto, es de suponer que estos índices en realidad son más altos que los registrados
formalmente y la situación es aún más grave de la que se presenta.
El Accidente del Trabajo se podría considerar análogo al impacto producido por un objeto que cae en aguas tranquilas, que genera círculos excéntricos de energía que van desde el epicentro hacia el exterior, generando pérdidas a medida que se proyecta la energía del impacto. Básicamente, un Accidente del Trabajo, es un hecho abrupto, indeseado, un encuentro repentino y violento entre dos o más energías, que produce pérdidas en cuatro dimensiones esenciales: en la o las víctimas, en su entorno familiar, en la empresa en la cual labora y, finalmente, en la sociedad toda.
Justamente porque impactan en la salud o vida del trabajador accidentado y por el alcance de sus consecuencias, es que los Accidentes del Trabajo están regulados legalmente en nuestro ordenamiento jurídico.
En el Congreso Mundial de Seguridad y Salud en el Trabajo de la OIT, en septiembre de 2017, celebrado en Singapur, se entregaron nuevas apreciaciones referentes al tema. Se estima que cada año, 2,78 millones de trabajadores
mueren a causa de enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo. Esto representa un costos de 3,94% del PIB mundial anual.
Por ejemplo en Chile, de acuerdo al último Informe de la SUCESO de abril de 2017, en el año 2016, se produjeron
412 accidentes fatales por accidentes del trabajo y trayecto (ha variado muy levemente a la baja respecto a los años
anteriores) y la gravedad de los accidentes ha aumentado considerablemente con tendencia al alza, desde 2007 en
adelante (19,6 días perdidos por Accidente para el año 2016). Mientras que el número de Accidente ha bajado a
3,6 por cada 100 trabajadores, con tendencia a la baja (3,6% promedio, de todas las actividades económicas).
En síntesis: Tasa de Accidentabilidad a la baja, Índice de Gravedad de los Accidentes en aumento y se sigue
manteniendo una alta Tasa de Fatalidad (más de 400 muertes por año).
Como sucede con muchos temas en Chile: se debe estudiar seria y numéricamente este fenómeno, cruzando datos y
recolectando información, de manera de llegar a conclusiones certeras y profesionales. Mientras no se haga,
seguiremos todos los años sumando datos a los gráficos, sin abordar las verdaderas causas de los Accidentes.
Sin duda, una gran cantidad de estos siniestros podrían haberse prevenido cumpliendo con lo dispuesto por la
legislación respectiva. La implementación de la Prevención de Riesgos en Chile depende básicamente de que cuatro
instancias cumplan correctamente lo estipulado: El Estado, los Organismos Administradores de la Ley 16744
(Mutuales), Empleadores y los Trabajadores.
Desafortunadamente en Chile, tenemos una débil cultura preventiva, por falta de educación de la población sobre
Prevención de Riesgos, incumplimientos legales en la materia, escasa fiscalización, gestión superficial y sólo
formal de muchas instituciones, etc.
No hay estudios formales, completos y actualizados en Chile del impacto humano y económico de los Accidentes del
Trabajo, sólo se manejan algunos aspectos de éste y estadísticas de los siniestros ocurridos; pese a eso, se reconoce como una gran fuente de pérdidas para la empresa y el país.
Habitualmente se dice que el costo económico de los accidentes podría asimilarse al de un gran iceberg, en el
cual la proporción de la masa de hielo sumergida (costos indirectos) es muchas veces más que el volumen de hielo
visible en la superficie (costos directos). El costo económico directo versus el indirecto, puede estar aproximadamente
en una relación promedio de 1:8 (no existen estudios en Chile a nivel nacional sobre este tema).
En simples palabras, por cada 1 UF gastada en costo directo por el Accidente, se gastan 8 UF en abordar los costos
indirectos de éste. Dentro de los costos indirectos encontramos: la desmotivación de los trabajadores, la pérdida de confianza en los sistemas de control, la pérdida de imagen de la empresa, los costos adicionales a los seguros, el
enrarecimiento del clima laboral, las demandas laborales, etc.
Factores que terminan finalmente dañando la tan esperada calidad y productividad de las empresas. Es decir: los Accidentes del Trabajo generan, fuera del dolor y menoscabo para el afectado por el siniestro y su familia,
millonarias pérdidas monetarias y no monetarias para las empresas y para toda la sociedad.
Pregunta final: Si el problema es tan grave: ¿Qué estamos haciendo para controlar o eliminar sus causas?